viernes, 9 de diciembre de 2011

El rey de las máscaras

Se nos ha echado encima el fin de semana, casi sin darnos cuenta. Hemos sobrevivido, cosa que no era nada fácil ni sencilla, a esta interminable semana intermitente, una semana acueductil, al menos aquí en España. Este apunte es para nuestros fieles seguidores que están más allá de nuestras fronteras.

Hoy en Impresiones, volvemos a fijarnos en un dibujo de Adrián Atenza, extraordinario y prolífico autor chileno del que ya os habíamos hablado en otro post. Desde el banquillo de Impresiones, hemos pedido a Ricardo Ossoa que nos regale un poema inspirado en esta ilustración. Ricardo es nuestro colaborador más veterano y aunque él lo esté negando en estos instantes, la verdad prevalece sobre cualquier gesto, ademán o amenaza física que pretenda ocultar la realidad tal y como es. Ahí queda dicho eso.

Poema e ilustración se titulan El rey de las máscaras. Muy interesante y apropiado el título en los tiempos que corren. Una interesante reflexión sobre lo que somos, lo que fuimos, lo que seremos, cómo nos ven o cómo nos vemos cuando elegimos qué cara mostrar a los demás... La ilustración la encontraréis en el fantástico blog Filodopio de Adrián Atenza. A él, un millón de gracias. Os dejamos, como prólogo, con las propias palabras del autor:

"El rey de las máscaras, dibujo en hoja de A4 con tiralíneas, personalmente me siento orgullosos de este dibujo, me llevo un tiempo terminarlo pero valió la pena. Lo que mas me gusta de este dibujo es que expresa bien mi manera de pensar y lo que quiero ser cuando sea viejo, quiero ser mi propio rey de mis máscaras."
Adrián Atenza


Reiré mil veces y lloraré otras mil,
me moriré de miedo y haré que me teman.

Habrá sorpresa en mis grandes ojos abiertos, 
sorprenderé con mis ojos pequeños
a quien no se suele sorprender.

Verteré lágrimas de tinta
y te pediré la lluvia de tus ojos para saciarme.

Seré diabluras y ángel vencido por el mismo diablo.
Estaré triste, beberé enfadado,
reiré de contento y masticaré picarón.

Tendré la cabeza descubierta
y poblada de sueños inútiles.

Mi cabellera será abundante y alocada,
sonreiré pensativo,
pensaré sin sonrisa alguna.

Sangraré y haré que des
tu sangre por nada.

¿Seré de nuevo
ese personaje inventado
que soy?

Mañana, ¿qué cara
mostrará el espejo por mí?

¿Seré otra vez
mi propia caricatura,
ésa que todo el mundo conoce?

Mañana, ¿seré como ayer
o me pareceré más a hoy?

¿O seré ese anciano
que pinta vidas
para los demás?

Me pregunto 
si soy mi propio rey de mis máscaras.

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